Las primeras veces que nos encontramos ante una pata de jamón ibérico de calidad, nos da miedo estropearlo o saber cortarlo adecuadamente. Por eso, hoy os damos un paso a paso para aprender a cortar jamón ibérico como un profesional.
PRIMER PASO: Tener a mano las herramientas adecuadas. Lo primero es lo primero y es muy importante saber que cualquier cuchillo no nos sirve. Por eso, debemos tener a mano tres tipos de cuchillos diferentes:
- Un cuchillo carnicero de lámina ancha y fuerte para retirar la piel y la grasa exterior del jamón ibérico.
- Un cuchillo jamonero (estrecho y flexible) para cortar las diferentes lonchas.
- Un cuchillo tipo puntilla (corto y fuerte) para el corte de la cadera.
Además, también deberíamos tener un afilador para los cuchillos, un jamonero para apoyar nuestro jamón y apoyarlo de forma cómoda y segura y unos guantes protectores.
SEGUNDO PASO: Colocar el jamón en el jamonero. La pezuña debe ir hacia arriba para garantizar una buena fijación. Si el jamón ibérico se va a consumir enseguida, lo pelamos entero. Si es para uso doméstico y vamos a tardar más en comerlo, mejor ir haciéndolo poco a poco.
TERCER PASO: Con el cuchillo ancho retiramos la corteza y la grasa exterior y hacemos un corte profundo en la caña.
CUARTO PASO: Ya estamos preparados para empezar a cortar las lonchas. Con el cuchillo jamonero vamos cortando lonchas de la maza, que es la parte más gruesa de la pieza. Las lonchas deben ser tan pequeñas y finas como sea posible, intentando que lleven grasa intramuscular para hacerlas más jugosas. La dirección del corte debe ser uniforme, ya sea hacia la pezuña o hacia abajo. Debemos evitar cortar el jamón en forma de luna.
En el plato, las lonchas se disponen en una sola capa y muy ligeramente solapadas entre ellas.
QUINTO PASO: AL llegar al hueso de la cadera, debemos hacer un corte incisivo usando el cuchillo de punta que habíamos preparado previamente. La carne adherida al hueso la podemos cortar en tiras o taquitos.
SEXTO PASO: cuando se agote la maza, es hora de darle la vuelta al jamón.
El jamón ibérico no debe comerse frío ni guardarse en el frigorífico porque pierde gusto. La temperatura ideal es de 24 grados. No es aconsejable cortar más jamón ibérico del que se vaya a consumir en ese momento.
Pingback: ¿Cómo sacar lonchas perfectas evitando los huesos de un jamón ibérico?
Pingback: Cómo aprovechar la grasa del jamón ibérico de bellota