La Navidad ha significado grandes comilonas, dentro y fuera de casa, y ahora que llega enero, muchos sienten que deben empezar el año cuidándose y perdiendo esos kilitos de más que se han instalado en las cinturas durante diciembre. Por eso, es hora de dejar el polvorón y empezar a comer más sano.
¿Estar a dieta significa abandonar el jamón ibérico? Para nada. El jamón es un alimento muy sano que puede incluirse dentro de cualquier dieta de adelgazamiento sin ningún problema, ya que el 90% del jamón es proteína de calidad, mientras que sólo cuenta con un 10% de grasa más o menos.
Además, no tiene carbohidratos y sólo aporta 160 calorías por cada 100 gramos, que lo hace perfecto para este tipo de regímenes, de manera que podemos utilizarlo en cenas o como primer plato. Aunque por supuesto, eso sí, debemos olvidarnos de acompañarlo con pan o piquitos.
Por otro lado, tomar jamón ibérico como parte de nuestra dieta de adelgazamiento es una gran idea además de porque es buenísimo, porque nutre nuestro organismo y aporta un montón de proteínas, vitaminas y minerales, que permiten que nuestra dieta sea sana y equilibrada. Aunque pretendamos adelgazar no podemos obviar la necesidad de estar bien alimentados.
El jamón ibérico, nuestro aliado
Como hemos comentado anteriormente, el jamón ibérico contiene sólo un 10% de grasa y es rico en ácido oleico. De esta manera, podemos utilizar el jamón ibérico como sustitución de otras carnes más grasas y menos saludables, convirtiéndose de nuevo en nuestro aliado para perder esos kilitos de más junto a un poco de deporte y vida sana.
Por último, la combinación de alimentos es muy importante, y saber combinar el jamón ibérico es muy fácil: con tortilla o huevos duros, con champiñones u otras verduras es un complemento perfecto. Por ejemplo, esta deliciosa y fresca ensalada caprese con ingredientes de lo más ligero como tomate, mozzarella y pesto, ¿qué te parece?
Ensalada caprese con jamón ibérico Montesierra
