Los callos de cerdo son uno de los alimentos más famosos de la gastronomía española. Ni más ni menos son parte de las tripas del cerdo, que se cortan y se limpian cuidadosamente para hacer diferentes recetas.
Cuando no se han comido nunca, pueden provocar cierto reparo, pero realmente se trata de un manjar delicioso con el que se pueden preparar multitud de platos con gran aporte calórico y calentitos para el invierno.
COCINAR LOS CALLOS
La manera más famosa de preparar los callos es hacerlo en guiso. Se suele realizar con garbanzos y otros embutidos, que da como resultado una receta que tiene muchísimo sabor y es perfecto como plato único.
INGREDIENTES
Medio kilo de callos de cerdo
Medio kilo de manitas de cerdo (Las manitas de cerdo son perfectas para este plato, porque tienen mucho colágeno que más tarde nos ayudará a conseguir la textura perfecta para nuestro guiso)
300 gramos de garbanzos que habremos dejado en remojo la noche anterior
Dos pimientos verdes
Dos cebollas
Tres dientes de ajo
Una cucharada de pimentón
Una cucharada de harina
Un chorizo serranito Montesierra
Una rama de perejil fresco
Aceite de oliva virgen extra
Agua, sal y pimienta negra
MODO DE ELABORACIÓN
Aunque pueda parecer muy laborioso, los callos no son un plato muy complicado. Una de las partes más importantes de la elaboración es que limpiemos muy bien los callos y las manitas que posteriormente colocaremos en una olla rápida, para cocerlos durante cinco minutos. Una vez pasado este tiempo, los sacamos y desechamos el agua.
Volvemos a repetir la operación, pero esta vez, añadiremos en el agua algunos ingredientes: sal, dos dientes de ajo, un trozo de cebolla, una rama de perejil y unas bolitas de pimienta negra. Lo dejaremos unos 35-40 minutos, y al finalizar no desecharemos el agua porque nos hará falta más tarde.
En una sartén ponemos la cebolla, el pimiento y ajo restante a sofreír con un par de cucharadas de aceite de oliva. Cuando se vaya pochando y poniendo marrón, añadimos sal, pimienta negra y cayena durante un par de minutos más. Llegados este punto, añadiremos la cucharada de pimentón y la de harina dejándolo unos segundos hasta que se cocine. Luego añadimos el caldo de la cocción de los callos poco a poco con cuidado de que no quede demasiado líquido. También vamos removiendo para que se integren todos los ingredientes.
Lo dejamos cocer todo durante unos cinco minutos, y añadimos los callos que habíamos reservado junto a un chorizo serranito sin cortar ni pelar. También añadiremos los garbanzos y lo pondremos a cocer en la olla durante unos 25 o 30 minutos a fuego medio-suave.
Una vez pasado este tiempo, abriremos la olla y coceremos durante cinco minutos más, para que vaya tomando cuerpo. Una vez terminados, dejamos reposar y listo para comer. ¡No olvides el trozo de pan, que seguramente te hará mucha falta!
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