Este verano está haciendo mucho calor en toda la península, motivo por el que los jamones ibéricos y paletas necesitan algunos cuidados para que se conserven en perfecto estado mientras los almacenas o los terminas.
A la hora de comprar tu jamón ibérico, si sabes que no lo vas a consumir enseguida y vas a tardar un tiempo, te recomendamos que le comentes a tu dependiente de confianza que te de una pieza más jugosa de lo que suelas llevarte, para que se conserve mejor durante más tiempo.
Además, cuando empieces con el corte, aprovecha los trozos de tocino blanco (los amarillos mejor desecharlos), para mantener la superficie del jamón bien hidratada.
Si sois muchos en casa, una pata puede ser la mejor opción, aunque si sois pocos o sabes que vas a tardar mucho en consumirla, te recomendamos que optes por el producto ya loncheado y al vacío, que conserva su sabor, olor y textura intactas durante mucho más tiempo.
Por último, lo mejor a la hora de comenzar a cortarlo, te recomendamos empezar por la parte más estrecha, que es la que se endurece antes y así nos aseguramos que mantiene su jugosidad.
Mantener el jamón ibérico en un lugar fresco y seco
El primer consejo y más importante es que mantengas tu jamón ibérico o paleta en un lugar fresco y seco, protegidos de fuentes de calor o fuertes olores. Por ejemplo, una despensa es un lugar ideal. Para una conservación óptima de nuestro jamón ibérico la temperatura ideal debe oscilar entre los 22 y los 23 grados. Si no tienes una despensa, la cocina puede estar bien siempre que te asegures de mantenerlo alejado de la luz solar.
Los loncheados en la nevera
Si tienes en casa sobres al vacío de jamón ibérico o de cualquier otro embutido ibérico, te recomendamos que lo conserves en la nevera. Se mantendrán perfectos durante muchísimo tiempo, y lo único que tienes que hacer es simplemente sacarlos 30 minutos antes para que se atemperen antes de comerlos. ¡Como recién cortados!